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"Aquí se reflexiona sobre el compromiso de los diversos actores que intervienen en el proceso de desarrollo estratégico institucional, sobre la importancia de la participación en los ámbitos de la gestión educativa: gestión institucional y pedagógica. Además se
reflexiona sobre las estrategias utilizadas para enfrentar los retos del desarrollo institucional y comunitario, a partir de un rescate de experiencias de participación y de descentralización en los centros escolares, al tiempo que se valora el avance hacia una democratización en las relaciones que se establecen a lo interno de la escuela y en la comunidad educativa" (MINERD, 2011)

miércoles, 4 de julio de 2012

EDUCACIÓN COMO ÚNICA SALVACIÓN


La educación  es más que academia, es más que titulación, es más que teoría, es más que información, más que exhibición de conocimiento, es más que evaluación.  No puede ser  academia, pues basta ver cuántos  institutos llamados académicos y con ese hecho se ha arreglado nuestra nación. Pues digo que no. Qué han hecho por educar a la gente que por ellos pasan buscando salvación y luego que egresan salen desilusionados  y con sobrada  razón. El problema es mayúsculo, academizado y sin educación porque no han encontrado un espacio digno donde poner a prueba su academia y siguen para delante enfocándose  en otro  rincón a ver si encuentran su verdadera sazón. Y hacen cualquier acción cobrando su inversión por su preparación, pero ahora con  mayor facilidad debido a la  nueva información.  Y qué hablar de titulación. Si por eso fuera, entonces hablaríamos de un pueblo dirigido por personas con un alto nivel de educación,  pues los títulos cuelgan en cada rincón de una oficina pública o por las llamadas privadas,  que muchas son. Pero de todos modos son parte de nuestra nación como erario público o por diferenciación. Y  con eso se ha resuelto la deshumanización, que transita por doquier en nuestra república. La  que diseñó Duarte y los que junto a él creyeron. Qué triste ver, cómo se desvanece lo que otros hicieron. A nadie le quepa la menor  duda, pasaron por academia,  pero no la que tenemos hoy, porque sí que se formaba con honra y honor y no me vengan a decir que los tiempos cambian, podrán cambiar para otros asuntos, pero no para enseñar cómo ser gente útil  y de valor, capaz de trabajar por el bien de un pueblo y la libertad tan deseada, cuidado,  no para servirme de ella y hacer lo  que me venga en ganas.

 De las escuelas y universidades egresan  grandes teóricos, que si han aprovechado las cátedras y repetición de información que con esfuerzo y dedicación ponen sobre la mesa los encargados de tal acción. Entonces tendríamos un alto porcentaje de ciudadanos malamente educados, pero teóricos sí que son. Capaces de repetir la historia desde Carlomagno hasta Casandra Damirón, quienes fueron grandes héroes   y dejaron su pellejo con todo su fervor para cumplir con un propósito del que gozamos hoy. Ahora  pregúntenles  quienes están dispuestos a seguir sus pasos, en este nuevo espacio,  que se nos presenta hoy, en defensa de un pueblo o una gran nación por lo que pasaron a la historia y recordados son. Y eso que estamos en la llamada era del conocimiento, la pregunta sería, conocimiento del pasado o del que necesitamos hoy. Sin quitarle mérito a lo que pasó, pues nos sirve de marco de referencia  para quien principia y necesita orientación, aunque estamos en otros tiempos y se requiere ver lo que conviene en este momento para poder ser pertinente y verdaderamente hablemos de educación a tono con la demanda  hoy.
Y los llamados responsables de la transformación, solo se dedican a repetir la información, y no se sientan a diseñar el sistema operativo que le permite la ejecución, que en sobradas ocasiones, han dicho que es la educación. Porqué detener el paso, pues mientras más se tarda, se amplía la brecha y la desazón y  se pierde la esperanza que dicen” mantiene vivo “ como único aliciente para  quienes sueñan con una mejor nación. Dejemos de buscar culpables y esperar que los gobiernos hagan y cuando no lo hace, insistimos en lo malo que son. También dejemos de  creer que, la educación  es asunto del gobierno bajo el manto  del  Estado,  cabe una gran pregunta, quiénes forman el Estado, un presidente que sólo está ahí para hacer ejecutar el plan y las leyes que juntos han trazados los arquitectos del pueblo, bajo el título de Estado Nación o todos los ciudadanos que habitan en esta tierra que, por mucho que la han exprimido, todavía mantiene su primor. Es hora de asumir y ser corresponsables en vez de buscar culpables y rescatemos a nuestro pueblo, asumiendo el compromiso para el cual fuimos llamados que echándonos la culpa no resolvemos el caso.
Continua…..

Arelis Josefa Estévez Corniel
Santiago R.D.
24 de junio 2012